EL CAMPO ES EL MUNDO. NO LOS TERRATENIENTES ANTI-DIOS, ANTI-CRISTO, ANTI-PUEBLO, ANTI-PATRIA
Mateo 13. 38
Es intolerable que digan que sin el campo la ciudad no come; como si el campo es trabajado por los ángeles, pues, sus “dueños” no lo hacen. Pero es que quienes trabajan los campos son ciudadanos a quienes los otros vienen a buscarlos en sus ranchos o casitas precarias, prometiéndoles el oro y el moro, que luego no cumplen, y cuando pueden, los enclaustran de manera que no se quejen ni deserten.
No así los pequeños agricultores como los que conocí y con quienes conviví 33 años, por ser familia, en el Chaco como en toda provincia argentina, que realmente trabajan, y también como el trabajador de la ciudad, que comen limosnas del otro Campo, el de los terratenientes a quienes gobiernos argentinos del Colonialismo, Criollos, Militares y del esquema binario tradicional les dieron casi todo, y siempre le dan más, como dijo el Ministro de Economía Martín Guzmán: "Hoy tenemos un sistema de subsidios energéticos que es pro-rico. En un país con 57% de pobreza infantil, estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y de gas en una parte de nuestra población que hoy no es prioritario que reciba esos subsidios, barrios en donde vive gente de altos ingresos, cuando esos recursos tienen que ser utilizados para aquellos que más necesitan".
Esta decadencia económica depende de la decadencia moral que viene presionando generaciones hacia el caos, de modo tal que creado el consumismo; lanzadas las provocativas modas; promoviendo la injusticia, edificando la méritocracia; limitando a la gente a un empleo; convirtiendo la Justicia en una madriguera de iniquidad estructural; el endiosamiento de los más poderosos; el encantamiento con lo vano y fútil de los medios, la sistematización de la mentira y el engaño, y siempre endilgando culpas a lo popular y nacionalista inclusivo, termina convenciendo a la mayoría que ellos son los únicos y exclusivos capaces de manejar el país, mientras siguen aumentando sus riquezas y poder de maniobra y de manipulación humana cuando Gobierno y como Oposición.
Ya casi nadie más quiere que devuelvan lo que no es suyo, pues, todo en esa clase alta mentirosa está corrompido, manchado de sangre, enmohecido, hediondo. La solución está en ideas brillantes e inteligentes de quienes pueden ayudar a levantar el país, por no ser partes del problema que causaron, como los trabajadores de la ciudad, los maestros, los enfermeros y médicos, y los millones de argentinos católicos, evangélicos y ateos que dan de comer y abrigo a multitudes, en todo tiempo de guerra de la clase alta contra la media y la baja, y especialmente en esta pandemia.
Tito Berry
Comentários
Postar um comentário